Tamara hizo un cambio radical de carrera en 2008 pasando de promover el desarrollo democrático en la antigua Unión Soviética a trabajar en la industria solar en México. Al aterrizar en la península de Yucatán, México, comprendió rápidamente la necesidad de vivir de manera sostenible para no dañar el medio ambiente. Diseñó y construyó dos casas sin conexión a la red eléctrica (FV, recolección y almacenamiento de agua de lluvia, baños de compostaje seco, materiales de construcción naturales experimentales). Este fue su primer contacto con la energía solar y se enganchó de inmediato. Después de tomar todas las clases de SEI disponibles en ese momento, estableció una compañía solar fuera de la red en Tulum, México, en 2009. Tamara participa activamente en todos los aspectos del negocio, incluidas las ventas, el diseño del sistema, la instalación, la operación y el mantenimiento. Trasladó el negocio a Xcalak en 2014, donde Ecolocos presta servicios a casi 100 residencias sin conexión a la red y a pequeñas empresas. Cuando no está en el techo o en una sala de baterías, se la puede encontrar visitando vecinos en su carrito de golf con energía solar, nadando, haciendo jabón o trabajando en un pequeño en un que otro proyecto de sostenibilidad.